-. Intimamente Bienvenid@ .-

Un espacio escondido y en exposición total del mundo siento que va a ser este rincón de mi propiedad. Mi interior expulsado en su plenitud mas sincera y sin caretas... siendo expuesta a que se me juzgue de las maneras mas rudas y crudas como también de las mas afables y poéticas;
pero en realidad se le juzgara a mi ser mas recóndito, no a mi diario mí...
el cual va con una mascara y sin revelar aquellos mas puros sentimientos por millones de miedos; que tanto tu como yo poseemos.
Quizás no sea todo lo letrada que esperas, pero mi imaginación vuela y no la puedo parar,
Es mi espacio para dejarla escapar... no abro esta salida de emergencia para ti,
La abro en su totalidad para mí; el que diga lo contrario miente,
Es por pura vanidad y desahogo, solo egolatría de la más pura y profunda...
Muchas veces oculta con personalidades afables y humildes, pero en el fondo
Tú también tienes algo de ególatra...
Expúlsalo, explótalo y déjalo volar, que no te sumerja en su control, no dejes que consuma tu vida
Consúmele tú sus fuerzas y exprésate en fusión porque sin duda
El sin ti y tu sin él... nada es lo que son.
Aquí empieza mi estallido y recuérdalo...
Es por mí y no por ti... pero eres bienvenido solo por egolatría.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

' Elixir



De tapa roja era el envase donde se encontraba el epicentro de la vida de Camille, que iba recorriendo junto a Marcel las solitarias calles de Paris, con una niebla que tenia aspecto de película de terror; en el minuto que llegó a su destino, el teatro, todos ya se habían ido; con absoluta decepción tomó el pequeño frasco y apuntando hacia el telón pretendía arrojarlo.

Cuando de pronto sintió el gatillo de un revolver y en fracción de segundos volteo para descubrir de donde provenía aquel ruido que lo amenazaba, pero no encontró nada que respondiera su interrogante. Solo una razón había para esta actitud tan perseguida de parte de Marcel, él sabía que había fallado y que no tenía perdón, no había nada que hacer, ya era demasiado tarde, tan perdido como solo se encontraba en esta ciudad, la cual no conocía en lo absoluto.

Necesitaba comunicarse con ella, aunque estuviera ya todo perdido necesitaba darle una explicación para tranquilizar un poco su conciencia, aunque él sabía que no la tenia, nada podía justificar su grave error, menos la verdad; todo lo contrario, la verdad solo lo alejaría para siempre de ella. Lo mejor sería desaparecer por un tiempo.

-¡Sí! Eso seria buena idea, desaparecer por un tiempo; podría inventar que me raptaron y que me amenazaron si no les daba el envase, no, no, no para que mentir sobre el envase; si al fin y al cabo lo tengo en mi poder.

·¡Haber, haber, haber! ¿Quién esta contando la historia?, No te puedes meter así como así; se supone que yo soy el relator ¡no puedes intervenir con un diálogo!

-perdona, puedes continuar.

·Bueno, continuando la historia...

Con una carcajada espontánea Marcel celebro su genial idea, este ya tenia la solución a todos sus problemas, no mas humillaciones, no mas sometimientos, él iba a tomar las riendas del asunto y de paso conseguía un poco regalías por haber sido la victima del supuesto “secuestro”. Ya estaba todo listo; ahora faltaba tomar contacto con Camille, esto definitivamente era lo más sencillo. Era fácil saber donde seria su próxima función.

-pensar que gracias a mí ha ganado todo el éxito que tiene, uff, definitivamente me las pagara.

·¡Hey!

-perdón, fue inevitable.

·Aunque tienes razón, todo el éxito que tiene Camille es gracias a ti Marcel, sin ti, solo seria una rubia debilidad tirada por ahí en un bar tratando de engatusar a algún ejecutivo con dinero para poder pagarse algún maldito vicio adquirido por las calles.

Con los compases de la música de Yann Tiersen; aquel extranjero ignorante del idioma del país en el que estaba, se inspiro para crear su gran obra, la cual nunca ha sido valorada como se ha debido. Una noche de esas que hasta los grillos son fuente de inspiración parecidos a una musa natural, fue cuando Marcel se dio cuenta de que era capaz de crear la fuente de la retención, explícitamente de lo que uno leía; era una especia de elixir, pero este no era de la juventud ni nada parecido a los de las películas comunes, este era el elixir de la memoria, creo que más claro no puede estar. Obviamente necesitaba probarlo.

-y ahí fue cuando me pregunte ¿con quien? Y vi mi proyecto en dos segundos muerto sin siquiera haber nacido.

·Así es, una muerte súbita para una gran idea. Esto no se podía quedar así.

-y partí directo a un bar de mala muerte para ver si algún borracho con los sentidos y la valentía exacerbada me podría ayudar.

Claro que en ese momento Marcel se vio inmerso en un problema aun mayor; el lenguaje. No llevaba mas de tres meses en Paris y el lenguaje era muy difícil para él, llevaba un diccionario de bolsillo a lugar que fuera, pero entre las apóstrofes y sonsonetes que se debía aplicar, se estresaba de sobremanera, también estaba el pequeño gran detalle de la forma de ser tan inhóspita de los franceses, era definitivamente algo que no le gustaba; acostumbrado a sus raíces cálidas y llenas de sabor su tendencia era definitivamente a extrañar.

Pero a pesar de todo esto se sobrepuso y se decidió a salir; noches anteriores se había tomado algunos tragos en alguno de los bares en los cuales ahora se proponía a buscar, y ya tenia en mente algunos de los vagos que estarían en estos, ahora faltaba ver si estarían dispuestos a ser sus conejillos de india, seguramente esta sería la parte más fácil.

-¡jaja jajaaa! Lo siento.

·Continuando...

Entro primero a “le Proche” conocido por sus tragos preparados con “ingredientes secretos” nadie sabía lo que traía pero todos tenían claro que de ahí no salían caminando sobriamente; preguntó a un par de ebrios que tenían cara de menos agresivos que el resto, pero definitivamente fue un error. Luego paso por “ la fauteuil”, “el tourbillon” y “la utopie”; fue en este ultimo, cuando estaba a punto de darse por vencido tras una larga noche y varios tragos, que se encontró con nuestra famosa Camille, tratando de engatusar a nuestro querido amigo Marcel,

-“bon a nuit mon ami”

Dijo ella y hasta ahí llego Marcel, los ratones se tragaron en un dos por tres su lengua y el diccionario no lo encontraba; hasta que Camille haciendo gala de su facilidad para los idiomas, le repitió, “buenas noches amigo mío”; Marcel quedo boquiabierto, esto tenia que ser el destino, “buenas noches” le respondió, y así fue como extendieron la conversación hasta el amanecer.

-debo confesar que en un principio me conquisto, moría por darle un beso.

·Lástima que todo fue transcurriendo de otra forma; pero bueno.

Camille obviamente dejo ver su interés y curiosidad, y convenció a Marcel de que probara el famoso elixir con ella; pero antes debían firmar un acuerdo, obviamente por la seguridad de esta.

Fue pasando el tiempo y Camille no sufría de ningún efecto secundario negativo y cada vez estaba mas entusiasmada con la idea de la investigación, a medida que pasaba el tiempo era más evidente la ambición y ansiedad que sentía Camille por sentirse gracias al elixir, superior; incluso que su creador. En esta etapa Marcel estaba perdidamente enamorado estaba entregado a la voluntad definitivamente de ella; paso el tiempo y así fue como contra la voluntad de nuestro amigo Camille dio a conocer su ventaja a través del teatro.

El publico quedaba impresionado como su perfecta memoria le permitía desarrollar papeles tan difíciles.

Así fue como con el éxito y el tiempo, la soberbia se apodero de ella, dejando de lado a Marcel, sin importarle en lo mas mínimo lo que él sintiera.

Grande fue su sorpresa cuando dejo de consumir el elixir, ya que los efectos negativos pronto salieron a la luz. No lograba entrelazar frases de una manera coherente, en ciertas ocasiones confundía las letras al leerlas, y así cada vez se acentuaban y complicaban, desesperada lo llamo convenciéndolo de que fuera en su ayuda; con engaños y promesas falsas de amor, que Marcel cegado creyó.

Antes de emprender su viaje fue a celebrar a un bar, la atracción de la noche, el alcohol y su alegría fue lo que lo retraso, ya no había caso cuando llegó al teatro, ya era demasiado tarde, estaba completamente vacío.

Lo que no sabía era que ese gatillo; que él sintió como una amenaza para su vida; aquel que escuchó antes de salir esa noche del teatro en busca de una solución, era el último sonido que escuchó su amada Camille. Víctima de la desesperación, del fracaso y de las secuelas de elixir, esa fue; definitivamente, su última función.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Neidala

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