Dictando los sentimientos más profundos de mi corazón me encuentro; para ver a escondidas la alegría de la vecina y envidiarla fugazmente.
Negro azabache es el color de su pelo, flaca hasta decir basta, trigueña es su piel y va por la vida con una actitud entre dama antigua y púber reventada.
Hoy fui al super y me topé con una tintura del mismo tono de su pelo… la verdad es que no topé con la caja; fui engañándome a mi misma a buscarla, al lado de los jabones yo sabía que estaban aquellos envases de sueños inalcanzables, aquellos disfraces y falsas imágenes. Sin importarme tome una que decía negro azabache 3B, la modelo de la caja me miraba irónicamente como burlándose de lo que intentaría más tarde; ella sabía que nada bueno podría resultar de tan tonta forma de buscar mi propia felicidad.
Encontré en el cosmetiquero de mi hermana una caja blanca con lentes de contacto; ¡que manera de gastar dinero en tanta porquería!, porquería que en este momento creo que me servirá; claro que tengo que ocupar lo que necesite antes de que llegue en su auto de barbie, con su novio y gritando que otra uña de su perfecta mano se le quebró.
Voy al baño. Me comí una hamburguesa con papas fritas y unas empanadas de queso. En internet encontré mil formas de deshacerme de ese maldito rollo que trancan mi objetivo y llegué a la conclusión de que no estaba dispuesta a someterme a ninguna de esas tonterías; me metí los tres dedos de mi mano derecha a mi boca y empecé a hacer arcadas, vi que salía todo lo que había comido hace unas horas atrás en una consistencia asquerosa; seguí con lo mismo hasta veinte minutos después. Luego de ese lapso de tiempo ya no era comida lo que salía… era sangre. Tenía los ojos llenos de pintitas rojas, pero me sentía bien; me puse de pie, me lave la cara y me fui a acostar para dormir una siesta.
Seguí con esta rutina como por seis meses, ya no tenía los rollos de los que me quejaba inicialmente, según las personas con las que me relacionaba; que a decir verdad eso se reducía a mi madre, mi padre y la barbie de mi hermana, pero sinceramente ¡están todos locos!.
Ya dejé de ir a las clases de piano que con tanto afán me obligaban mis padres, no sé porque ya no me presionan, de hecho no hago nada... a parte de dormir e ir al baño, estoy sumamente perdida me siento extraña.
Mañana me llevan a un lugar en el cuál según mis padres me van a cuidar, ¿cuidar de qué? no lo sé, pero ya no tengo fuerzas para luchar, estoy cansada.
Ojalá no me corten el pelo; ya casi lograba parecerme a ella, excepto por un detalle… No tengo vida propia.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Neidala
1 comentario:
Frikkie... sin nada mas que decir
xau
gracias por la visita, esta re bueno el blog te vendre a ver mas seguido
Fede
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